Un lápiz y un cuaderno

Llevo tiempo sin escribir por aquí. Sin compartir experiencias y aprendizajes. Mas no significa que he dejado de escribir, al contrario, he escrito mucho, pero acerca de cosas que son para mí, que dejo en confidencia para quizás releer después. A veces pienso que esos escritos eventualmente los conseguirá un nieto o bisnieta mía. Curioseando entre mis cosas, cuando vaya de visita a mi casa, encuentre mis anécdotas en alguna caja olvidada y se muera de la risa con todo lo que descubre. La razón de esto se debe a que la mayoría de las veces me gusta escribir con lápiz y papel, siento que permite que mis ideas fluyan de mejor manera, lo siento más natural. Así que si las termitas no se comen primero mis cuadernos, tal vez terminen siendo una diversión para alguien más.

Lo sé, no es demasiado "eco-friendly", pero por eso muchas veces trato de escribir en cuadernos reciclados o viejos que llevan tiempo conmigo. Sin embargo, debo admitir que me gusta cargar un pequeño cuaderno y un lápiz a donde sea que voy. De esa forma, cualquier aventura o desaventura que viva la pueda anotar en el momento y no perder los detalles de esas experiencias. Al final, nuestra memoria no es la caja fuerte más segura que existe, hay recuerdos borrosos y recordamos los momentos que más nos marcan; pero cuando tratamos de recordar los detalles, muchas veces inventamos al intentar rememorarlos para contar una historia tan graciosa o interesante como sentimos que la vivimos en ese recuerdo. No digo que esos detalles inventados sean algo malo, al contrario, me parecen de las cosas más divertidas de contar historias; probar nuestra imaginación y creatividad cuando queremos compartir algo que nos marcó y nos emociona, y queremos que cause las mismas sensaciones en quienes son nuestra audiencia.

Empero, para mí, en esos detalles que olvidamos, que muchas veces consideramos insignificantes o menospreciamos tiempo después, radica la verdadera alegría de ESE momento, el verdadero valor de lo que fue ese "presente" de aquel entonces. Por eso cargo conmigo lápiz y cuaderno, para escribir esos destellos de luz del día (sea agradable o desagradable en general) y volver a ellos cada vez que quiera. Pues, un día pudo haber sido más o menos placentero que otro, pero siempre hay algo pequeñito que puede hacer del día un poco más llevadero y son esos detalles los que me gusta anotar para luego leerlos, porque muchas veces son los que se suelen olvidar más rápido, ya que son los que damos por sentado.

Así que, no he dejado de escribir, pero había dejado de compartir mis escritos, porque los necesitaba para mí, para reflexionar sobre qué otro tipo de aprendizajes quisiera compartir y de qué manera. Todo esto va de la mano con el tiempo en familia que pude aprovechar en diciembre, que siempre viene bien y contribuye en mayor medida a esos momentos de recogimiento y simplemente aprovechar con los que están ahí. Después de todo, siempre hay un final y si no se aprovecha bien cuando corresponde, los recuerdos quedan aun más borrosos de lo que normalmente se pueden tornar.

Por ello, con este escrito, quiero invitarte a que escribas, lo que sientas, lo que prefieras y de la manera que más te guste. Verás todas las bondades que esconde la escritura. En mi caso, me ayuda a reflexionar, a dejar volar mi imaginación y a entrar en el famoso estado de "flow". Cuando escribo pierdo la noción del tiempo y el espacio, me permite liberar todo aquello que me carga o por el contrario, que me llena y libera. De ahí que te recomiende a probar, pues creo que contribuye a percibir con mayor claridad muchas cosas. Además, así siempre podrás volver a esos momentos de los que no quieres perder esos pequeños detalles, que a veces ni la imaginación equipara y asimilar lo mucho que aprendiste de esa experiencia.

Te agradece y abraza por leer, quien carga consigo lápiz y papel, deseando que descubras el poder de la escritura, si no lo conoces todavía, o que encuentres algo justo a la medida para ti, que te haga sentir de la misma forma.

P.D. Me despido imaginando a ese niño/a o adolescente que se ría y sorprenda descubriendo mis historias de papel... Tal vez comparta alguna por aquí si retomo la escritura para publicar.